El pasado sábado, graves incidentes se registraron en el partido entre Catamarca RC y Los Teros por la categoría M15, disputado en la cancha del ‘Mirasol’.
Tras una fuerte jugada, sobre los 13m de juego del primer tiempo, rugbiers de ambos equipos comenzaron a forcejear y se trenzaron a golpes de puños. En medio de las agresiones, el público presente invadió el campo de juego y agredió a jugadores, llevándose la peor parte el jugador de Teros, Samuel Acevedo, que terminó con toda la boca lastimada producto de los golpes de un adulto (el sujeto estaría identificado como Franco Cejas, y sería familiar directo de un jugador de Catamarca RC).
El descargo de su abuela en las redes:
Una vez finalizada la batalla campal, el árbitro del partido, Gerardo Rodríguez, decidió suspender el juego. Ahora, restará saber qué decisión toma el Tribunal de Disciplina de la Unión Andina de rugby ante estos graves hechos de violencia.
Antecedentes
No es la primera vez que suceden este tipo de hechos. Hace un par de temporadas atrás, estos mismos equipos protagonizaron una violenta gresca en la categoría M16.
Los valores que pregona el rugby quedan lejos cuando algunos padres ‘alterados’, ingenuos y violentos quieren intervenir y terminan perjudicando a sus propios hijos y clubes, de los cuales dicen ser hinchas.
Los mayores son los que deben cambiar sus actitudes y formas de accionar. Dar el ejemplo. No podemos pretender que los más jóvenes tomen conciencia de que la violencia no lleva a ningún lado, cuando al primer revuelo respondemos con más violencia.
