Cannabis medicinal: “El autocultivo es lo que estamos esperando hace 3 años”

“La ley se sancionó hace tres años, y aún hoy, quienes producen su propio aceite tienen miedo de que algún día les tiren la puerta abajo y los allanen por una causa de estupefacientes”.

El Ministerio de Salud de la Nación avanza en una nueva reglamentación de la ley aprobada en 2017, en la que se permitirá a los usuarios el cultivo en sus propios hogares. Gisela Dalla Vía, defensora en Catamarca del uso del cannabis terapéutico, celebró la iniciativa.

“La ley se sancionó hace tres años, y aún hoy, quienes producen su propio aceite tienen miedo de que algún día les tiren la puerta abajo y los allanen por una causa de estupefacientes”. Así describe Gisela Dalla Vía la realidad de muchas familias que producen su propio aceite de cannabis para uso medicinal, bajo las dosis -que ellos mismos comprueban- son eficaces para sus dolencias o la de sus hijos.

Es que la ley aprobada en 2017, tras arduos debates y un reaprendizaje social sobre su uso terapéutico, no permitía el autocultivo a las familias y restringía el acceso de un cannabis con más dosis de THC. 

Ayer el ministro de Salud de la Nación, Ginés Gonzalez García,  presentó el borrador de la nueva reglamentación de la ley a organizaciones cannábicas, médicos, docentes y científicos que integran del Consejo Consultivo Honorario, que anularía la redactada por el Gobierno anterior y que contemplará la mayoría de los pedidos de los usuarios. 

Autocultivo: cómo y cuánto

Según la reglamentación que se está estudiando, el Gobierno permitirá finalmente que los usuarios terapéuticos puedan cultivar en sus hogares la planta de cannabis, además de habilitar su expendio en farmacias y proyectar cultivos y producción pública.

Se trata en específico del artículo 8 de la ley 27.350, que incluye la autorización del cultivo personal y en red para los usuarios, investigadores y pacientes que se registren el Programa de Cannabis (REPROCANN).

Los límites en la cantidad de plantas permitidas en cada hogar o en las sedes de las organizaciones para los cultivos es un punto a estudiar, clave en las próximas reuniones del Consejo Consultivo. 

Sobre este punto, Gisella Dalla Vía -mamá de Paloma, una paciente con parálisis cerebral a quien el aceite de cannabis les significó un cambio rotundo en su vida- advierte que habrá que prestar atención sobre el cuidado y la calidad del cannabis que se va a producir.

“Sobre todo hay que prestar atención a qué tipo de cannabis se va a vender en las farmacias, y estar alerta sobre la producción farmacéutica nacional. Porque hasta ahora sólo podíamos acceder a un aceite importado que no reúne las características que necesitan nuestros hijos”.

Para la mamá de Paloma, es importantísimo incentivar un registro de pacientes cannábicos y de cultivadores que ponga luz y garantice el acceso a las familias en Catamarca. “Hoy en día, los propios médicos clínicos son los que recomiendan el uso del aceite de cannabis en diversas patologías. Cada vez hay más apertura, pero el circuito de comercialización sigue siendo restringido”.

Si se avanza sobre el autocultivo como pretende ahora el Ministerio de Salud de la Nación, el acceso a un tratamiento con aceite de cannabis sería menos engorroso.

¿Afectó la cuarentena?

Gisela administra el aceite de cannabis para su hija Paloma hace 4 años. Por entonces (mayo de 2016) pudo acceder a él a través de un bioquímico estadounidense. Con el correr del tiempo, Gisela mantuvo estrecho contacto con Brenda Chignoli (referente cordobesa de Mamá Cultiva, ya fallecida) con quienes crecieron en la lucha por acceder a tratamientos con aceite de cannabis que mejoraban notablemente la calidad de vida de sus hijos.

La pandemia afectó el habitual traslado y stock de todo lo que sea comercializado entre provincias. Pero según Gisela, no significó graves inconvenientes para ella y su hija Paloma.

“Sí hubo algunas demoras en las encomiendas. Por la dosis que necesita Paloma, a ella no le sirve el aceite que se puede conseguir en farmacias. Necesariamente tengo que conseguirlo afuera. Hubo algunas demoras, pero no fueron significativas”.

Gisela explica que, para evitar acostumbramiento, los médicos recomiendan suspender el uso del aceite cada cierta cantidad de tiempo, por lo que la cuarentena no implicó un problema para Paloma. “Pudimos descansar del aceite unos 20 días, a un mes, y eso no afectó”, concluyó.