En Catamarca, más de 6000 familias están involucradas en el sector de la agricultura familiar, donde tradiciones centenarias se entrelazan con estrategias modernas para adaptarse al contexto actual. Desde la producción de huevos y ovejas hasta la elaboración de aceite de oliva y cultivos orgánicos, estas familias son el motor de una industria vital para la economía local.
En la región de El Bolsón Ambato, Verónica Terrones y su familia administran «Finca Las Pajas», donde se especializan en la crianza de gallinas libres y la producción de alimentos orgánicos. Este emprendimiento familiar no solo abastece productos de alta calidad, sino que también destaca por su compromiso con prácticas sostenibles.
Otro ejemplo es Mundo Coquena, un emprendimiento con más de 20 años de experiencia en la producción y venta de vegetales. Carlos y su familia, con base en la localidad, enfrentan la creciente demanda con miras a expandir su negocio, manteniendo la calidad y frescura de sus productos como prioridad.
La historia se extiende también a la producción de aceite de oliva en Huaco, donde la familia de David Inés trabaja en conjunto para ofrecer un producto de calidad bajo la marca Bonaterra. Desde el cultivo y recolección de aceitunas hasta el proceso de producción y envasado, cada miembro de la familia desempeña un papel crucial.
Estas familias enfrentan desafíos como los altos costos de insumos y la competencia del mercado, pero su dedicación y enfoque en la calidad los mantienen como pilares de la agricultura local. La agricultura familiar no solo garantiza productos frescos y naturales, sino que también preserva técnicas tradicionales y fortalece la identidad cultural de la región.
