
El número de personas fallecidas por el devastador terremoto que sacudió el lunes Turquía y Siria se elevó a 33.179, según cifras oficiales difundidas este domingo.
El sismo de magnitud 7,8 dejó 29.605 muertos en el sur de Turquía, anunció el organismo público de gestión de catástrofes de ese país, a los que se añaden 3.574 fallecidos en Siria. No obstante, según la ONU, la cifra final podría ser dos veces mayor.
El jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, que visitó el epicentro del sismo, aseguró a la cadena Sky News que el saldo de víctimas todavía podría aumentar considerablemente.»Es realmente difícil estimar de forma muy precisa, porque tienes que llegar debajo de los escombros, pero estoy seguro que se va a duplicar o más», afirmó Griffiths.
En medio de un escenario devastador y un frío glacial, decenas de miles de socorristas locales y extranjeros trabajan entre las ruinas en busca de señales de vida. En ese marco, y aunque pasaron ya seis días desde el sismo de magnitud 7,8 ocurrido en la madrugada del lunes, siguen encontrando sobrevivientes.
Una de esas historias milagrosas, es la de un bebé de siete meses llamado Hamza, rescatado con vida más de 140 horas después del sismo en la provincia de Hatay (sur de Turquía) y de la adolescente Esma Sultan, de 13 años, salvada en la vecina Gaziantep, según medios estatales que reproduce la agencia de noticias AFP.
Pero la preocupación para los sobrevivientes no es solo rescatar más personas con vida, sino también encontrar los restos de sus familiares fallecidos. «Las autoridades ya no quieren conservar los cuerpos más allá de un cierto plazo, y los llevarán a enterrar», comentó Tuba Yolcu en Kahramanmaras, al tiempo que imploró: «Que Dios me ayude a encontrar a mi tía».
El tiempo aprieta no solo para las personas que se sospechan atrapadas entre la destrucción, sino para cientos de miles afectadas sin casa, con hambre y frío.«Pronto, la gente de búsqueda y rescate dejará paso a las agencias humanitarias cuyo trabajo es cuidar al extraordinario número de personas afectadas en los próximos meses», dijo el jefe humanitario de la ONU.
Naciones Unidas advirtió que hasta 5,3 millones de personas se quedaron sin casa solo en Siria y que al menos 870.000 precisan urgentemente de comida en ambos países. Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS), estimó que 26 millones de personas se vieron afectadas por el terremoto y lanzó un pedido urgente para recaudar 42,8 millones de dólares para financiar las necesidades sanitarias inmediatas.
En Siria, con un sistema sanitario y una infraestructura diezmadas por más de una década de guerra civil, la ayuda llegó más lentamente. El responsable de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, tomó el sábado un vuelo cargado con equipamiento de emergencia a la ciudad siria de Alepo. «Tengo el corazón roto al ver las condiciones que enfrentan los supervivientes», tuiteó.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, urgió al Consejo de Seguridad a autorizar la apertura de más puestos fronterizos para enviar ayuda a las zonas rebeldes de Siria desde Turquía.
Fuente: TELAM















